En el mundo del vino, a menudo hablamos de terruño, taninos y notas de cata. Pero de vez en cuando, surge una tendencia que pone patas arriba todas esas expectativas. Presentamos uno de los maridajes más inesperados que ha ganado tracción este año: vino blanco y jalapeños.
Quizás lo hayas visto aparecer en TikTok o lo hayas notado en el menú de tu bar de vinos naturales local. De cualquier manera, está despertando curiosidad, conversación y, sí, algunas combinaciones de sabores genuinamente emocionantes.
¿Dónde empezó?
Se dice que la tendencia surgió en California, donde la cultura del vino natural se encuentra con los sabores atrevidos y picantes de la comida callejera mexicana. Sumilleres y aficionados al vino comenzaron a experimentar con maridajes con infusiones de chile, y en poco tiempo, rodajas finas de jalapeño en copas de vino blanco frío o pét-nat comenzaron a aparecer en bares de moda.
Ahora, también está apareciendo en Europa, desde Copenhague hasta Barcelona, y rápidamente se está abriendo camino en las cocinas caseras a través de Instagram y Reels.
“No se trata de anular el vino”, dice un sumiller de Copenhague. “Se trata de resaltar la frescura y el contraste. El picante hace que el vino resalte, y viceversa.”
¿Por qué funciona realmente?
La clave radica en el equilibrio entre acidez y calor. Un vino blanco bien elegido puede templar el picante de un jalapeño al tiempo que realza su sabor brillante y afrutado. ¿El resultado? Un trago en capas y refrescante que se siente a la vez juguetón y sofisticado.
Mejores vinos para maridar con jalapeños:
Riesling (seco o semiseco) – equilibra el picante con notas florales y de frutas de hueso
Albariño – acidez nítida y cítricos lo convierten en un acompañamiento natural
Grüner Veltliner – a menudo ligeramente picante por sí mismo, complementa el toque del jalapeño
Sauvignon Blanc – especialmente de Nueva Zelanda, con su perfil de frutas tropicales
Pét-Nat o vinos espumosos naturales – añade efervescencia y diversión a la mezcla
Evita los blancos con mucho cuerpo y con madera: suelen chocar con el picante y pueden abrumar el maridaje.
¿Cómo se sirve?
La versión más común (y apta para TikTok) es sencilla: una copa de vino blanco bien frío con un par de rodajas finas de jalapeño añadidas justo antes de servir. Déjalo reposar uno o dos minutos, lo suficiente para que suelte el sabor, pero no tanto como para que se convierta en una infusión.
En restaurantes y bares de vinos, están empezando a aparecer variaciones:
Copas de “blanco picante” – vino blanco servido con un solo aro de jalapeño
Maridajes de vino + ceviche – usando chile y lima para realzar la combinación
Cócteles a base de vino – con chile, hierbas y cítricos para un toque fresco y picante
¿Una tendencia pasajera o ha llegado para quedarse?
Aunque puede haber comenzado como una curiosidad en las redes sociales, el maridaje de sabores tiene suficiente estructura e intriga como para sugerir que es más que una moda pasajera. Atrae a una nueva generación de bebedores de vino que disfrutan rompiendo las reglas, experimentando y añadiendo un poco de diversión a su copa.
También es parte de un movimiento más grande: hacer el vino más juguetón, menos formal y más inclusivo.
De la tendencia del vino al recuerdo del vino
En Corkframes, creemos que cada vino cuenta una historia, ya sea un gran cru disfrutado en una ocasión especial o una copa picante de pét-nat sorbida en una noche de finales de verano.
Entonces, ¿por qué no guardas el corcho, anotas el recuerdo y le das un hogar en tu Corkframe?
Porque a veces, los maridajes más inesperados se convierten en los que más recuerdas.
¿Quieres probarlo en casa?
Consejo de Corkframes: Organiza una noche de cata "Picante y Blanco"
Elige 3 vinos blancos diferentes
Sirve cada uno con un estilo diferente de jalapeño: crudo, encurtido o asado
Deja que los invitados voten la mejor combinación
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