En el corazón de la Toscana, donde las colinas ondulantes se encuentran con pueblos medievales y castillos históricos, se encuentra un lugar que alberga una de las historias más fascinantes del mundo del vino.
Castello di Brolio, hogar de la bodega Ricasoli, no es solo una obra maestra arquitectónica, sino también el lugar de nacimiento de una de las bodegas más antiguas del mundo.
Desde 1141, la familia Ricasoli ha dado forma y definido la tradición vinícola italiana. Con más de 900 años de historia, Ricasoli es más que una bodega: es un ícono, y su mayor estrella es, sin duda, el Barón Bettino Ricasoli, el creador de la receta original del Chianti.
Orígenes e Historia
La historia de Ricasoli comienza hace casi un milenio, cuando la familia Ricasoli adquirió el Castello di Brolio y sus viñedos circundantes. Incluso entonces, había una comprensión de que el suelo fértil y el cálido clima de la Toscana podían producir algo excepcional, algo que se desarrollaría en una de las regiones vinícolas más famosas del mundo, Chianti.
A lo largo de los siglos, Castello di Brolio no solo ha sido un lugar de producción de vino, sino también una fortaleza estratégica. La familia Ricasoli sobrevivió guerras, plagas y convulsiones políticas, y a través de todo ello, su pasión por la producción de vino permaneció firme.
Bettino Ricasoli – El Arquitecto del Chianti
Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando Ricasoli escribió su nombre en los libros de historia. El Barón Bettino Ricasoli, un destacado político y vinicultor, hizo un descubrimiento revolucionario. En 1872, creó la receta original del Chianti Classico, un vino que definiría la región y toda la industria vinícola italiana. Bettino experimentó con diferentes mezclas de uvas y descubrió que la uva local Sangiovese, combinada con pequeñas cantidades de Canaiolo y Malvasía, producía un vino equilibrado y elegante.
Este vino encarnaba todo lo que representaba la Toscana: la fuerza de la tierra, el calor del sol y el peso de la historia. Ricasoli no solo se convirtió en un símbolo del Chianti, sino de toda la industria vinícola italiana. La visión de Bettino sobre el Chianti Classico sigue viva hoy en día y sigue siendo la base del vino que conocemos y amamos.
Innovación y Tradición
Hoy en día, bajo el liderazgo de Francesco Ricasoli, la bodega continúa construyendo sobre su rica historia, mientras se adapta a las demandas del mundo moderno del vino. Ricasoli siempre ha valorado la innovación sin perder sus raíces en el suelo toscano. Castello di Brolio es un lugar donde la historia y la tecnología se encuentran, donde la vinificación tradicional coexiste con técnicas modernas para garantizar la más alta calidad.
Sus viñedos cubren más de 1.200 hectáreas, de las cuales unas 240 hectáreas están dedicadas a la vid. Cada parcela se estudia cuidadosamente para garantizar que se plante la uva correcta en el lugar correcto. Este cuidado y atención al detalle es lo que hace que los vinos de Ricasoli sean tan excepcionales. Producen vinos toscanos clásicos como el Chianti Classico Riserva y el Gran Selezione, pero también vinos modernos que reflejan la Toscana contemporánea.
Un Castillo Moderno con Raíces Profundas
Visitar Castello di Brolio es como entrar en una cápsula del tiempo viviente. El castillo, rodeado de viñedos hasta donde alcanza la vista, es un recordatorio de la larga historia de la familia y su influencia en la vinificación italiana. Los visitantes pueden pasear por los jardines, explorar los museos del castillo y, por supuesto, degustar los legendarios vinos de Ricasoli.
El castillo también se ha convertido en un lugar de encuentro para entusiastas del vino modernos y sumilleres que buscan experimentar algo único. Es un lugar donde cada corcho que se saca de una botella es un puente hacia el pasado, un recordatorio de los siglos de experiencia y artesanía detrás de cada gota de vino.
El Futuro de Ricasoli
A pesar de su larga historia, Ricasoli no muestra signos de desaceleración. Bajo el liderazgo de Francesco, la bodega ha seguido explorando nuevas formas de mejorar sus vinos y establecer nuevos estándares de calidad. A través de una combinación de métodos agrícolas sostenibles, una investigación cuidadosa y una búsqueda incansable de la perfección, Ricasoli sigue estando a la vanguardia de la industria vinícola italiana.
El objetivo de Ricasoli no es solo producir vinos excepcionales, sino también preservar y nutrir la tradición toscana para las generaciones futuras. Y con casi 1.000 años de vinificación a sus espaldas, está claro que Ricasoli todavía tiene mucho que ofrecer.
Un Vino y una Historia que Atesorar
Ricasoli es más que una bodega: es un símbolo de la historia, la cultura y la pasión italianas. A través de cada botella, se cuenta una historia que abarca siglos, una historia de tradición, innovación y un profundo amor por el vino. Al igual que cada corcho en una botella de vino es un recordatorio del momento, en Corkframes, creemos que tus recuerdos del vino deben vivir y encontrar un hogar.
Cada botella abierta representa un momento para recordar, y al igual que el legado de Ricasoli lleva historias de generaciones, dejamos que la historia del vino continúe en forma de una obra de arte única en tu pared.
Como dijo una vez Bettino Ricasoli: "El vino no es solo una bebida, es una historia." Y con un Corkframe, estas historias perduran, corcho a corcho.