Cuando Frank Sinatra entraba a un restaurante, había una cosa que exigía: “They better have Bolla.” La bodega italiana de Véneto se había ganado su corazón, especialmente con su icónico Amarone della Valpolicella.
Pero Bolla es mucho más que el vino preferido de una celebridad. Es una de las bodegas más históricas de Italia, con más de 140 años de tradición vitivinícola, innovación y reconocimiento internacional.
Una bodega con raíces en Véneto
La historia de Bolla comienza en 1883, en el pequeño pueblo de Soave, al este de Verona. Allí, Abele Bolla elaboró su primer vino para los comensales de la trattoria familiar. Con el tiempo, la demanda creció y la bodega amplió tanto su producción como su gama de vinos. En la década de 1930 comenzaron a exportar, y en los años 50 y 60 Bolla se convirtió en una de las primeras marcas italianas en triunfar en Estados Unidos.
Durante esa época, el Amarone de Bolla se volvió un favorito entre los amantes del vino en América, presente en los mejores restaurantes del país. Y parte de ese éxito se debe a un fan muy especial: Frank Sinatra, quien ayudó a elevar el nombre de Bolla a categoría de leyenda.
Pioneros del Amarone
Bolla fue una de las primeras bodegas en producir comercialmente Amarone della Valpolicella, y desempeñó un papel clave en establecer este estilo como un vino de alta calidad con proyección internacional. También fue una de las primeras en incluir la añada y el origen claramente en la etiqueta, algo que hoy es estándar en la industria del vino.
Actualmente, la cartera de Bolla incluye clásicos de Véneto como:
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Amarone della Valpolicella
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Valpolicella Ripasso
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Soave Classico
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Bardolino
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Pinot Grigio delle Venezie
Con más de 1.200 hectáreas de viñedos y una estrecha colaboración con viticultores locales, Bolla mantiene una fuerte conexión con las raíces vinícolas de la región.
Sinatra y la edad dorada del glamour
La relación entre Bolla y Frank Sinatra es más que una anécdota: es parte del ADN de la marca. En los días dorados de Las Vegas, el Amarone de Bolla estaba siempre presente en las cenas tardías donde Sinatra y su "Rat Pack" se reunían. Según la leyenda, Sinatra no se quedaba en un restaurante si no tenían Bolla en la carta.
Esa conexión ayudó a convertir a Bolla en un símbolo de estilo, elegancia y la dolce vita, llevando al Amarone a lo más alto como el vino de los verdaderos amantes del placer.
Un clásico que mira hacia el futuro
A pesar de su larga trayectoria, Bolla está lejos de ser una marca del pasado. La bodega ha pasado por una profunda modernización, tanto en sus métodos de producción como en su compromiso con la sostenibilidad. Hoy en día, Bolla trabaja activamente para reducir su impacto medioambiental y aplicar prácticas ecológicas tanto en los viñedos como en la bodega.
Desde 2009, Bolla forma parte del grupo Gruppo Italiano Vini (GIV), uno de los conglomerados vitivinícolas más grandes de Italia. Sin embargo, la elaboración del vino sigue haciéndose con el corazón y el alma en Véneto. El objetivo: encontrar el equilibrio perfecto entre tradición e innovación para seguir elaborando vinos que reflejen su tierra y su tiempo.