El vino espumoso y el marisco forman una combinación clásica, pero ¿qué botella realza mejor los sabores? En esta guía te ayudamos a elegir el espumoso perfecto para gambas, langosta y otros mariscos delicados.
Cuando sirves gambas o langosta, buscas un vino que resalte su ligera salinidad y dulzor natural. El vino espumoso es una elección habitual, pero no todos los estilos combinan igual de bien. Según la preparación, los acompañamientos y el ambiente, conviene elegir diferentes tipos de espumosos.
1. Gambas al natural + brut seco = frescura elegante
Si las gambas se sirven con limón, alioli o simplemente al natural, lo mejor es un vino espumoso seco. Opta por un Brut o Extra Brut: su acidez equilibrada realza el sabor limpio de las gambas y armoniza con la salinidad.
Recomendaciones:
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Crémant de Loire
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Cava Brut Nature
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Champagne (non-vintage)
2. Langosta con mantequilla = burbujas más redondas
Si la langosta está gratinada o se acompaña con salsa de mantequilla o mantequilla dorada, elige un vino espumoso con más cuerpo. Un champán con crianza en barrica o un cava de añada aportan complejidad y profundidad.
Recomendaciones:
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Champagne Blanc de Blancs
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Franciacorta
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Vino espumoso inglés (por ejemplo, de Sussex o Kent)
3. Rosado espumoso para bandejas de marisco
Una bandeja colorida con gambas, cigalas, mejillones y langostinos gana un toque festivo con champán rosado o cava rosado. Sus notas afrutadas combinan bien con la salinidad y los toques picantes.
Recomendaciones:
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Cava Rosado
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Champagne Rosado
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Espumoso rosado de Sudáfrica o Australia
4. Sin alcohol pero con acidez
Para una opción sin alcohol que mantenga estructura y frescura, elige un Blanc de Blancs sin alcohol o un mosto de manzana seco con burbujas. Aportan elegancia y combinan muy bien con el marisco.
Recomendaciones:
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Oddbird Blanc de Blancs
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Champán sin alcohol de Richard Juhlin
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Mosto de manzana espumoso local
Consejos clave a tener en cuenta:
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Evita el dulzor: los vinos dulces pueden dominar los sabores sutiles del marisco.
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La frescura es esencial: elige vinos con buena acidez y viveza.
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Equilibra la intensidad: platos ligeros con vinos ligeros, preparaciones más ricas con estilos más estructurados.
Con el vino espumoso adecuado junto a la langosta o las gambas, toda la experiencia se eleva, ya sea una comida informal o una cena especial. Deja que las burbujas marquen el ritmo para una velada llena de equilibrio y elegancia.