Compartir una comida con otros crea alegría, fortalece las relaciones y mejora tanto la salud mental como física.
La investigación muestra que las comidas compartidas tienen muchos efectos positivos. Cuando nos sentamos juntos, disfrutamos de buena comida y tal vez una copa de vino, fortalecemos nuestros lazos sociales y nos volvemos más presentes en el momento. Los estudios también revelan que las comidas en grupo pueden reducir el estrés y la soledad, al mismo tiempo que fomentan hábitos alimenticios más saludables.
Para nosotros en Corkframes, la cena es más que una comida: es un momento de unión y de crear nuevos recuerdos. Con una copa de vino y una cálida conversación en la mesa, la vida se siente un poco más rica.
Así que la próxima vez que reúnas a amigos o familiares, ¡brinda por la felicidad que se encuentra alrededor de la mesa! 🍷