Cuando pensamos en países vinícolas europeos, a menudo nos vienen a la mente Francia, Italia o España. Pero detrás de estos gigantes conocidos, existen países con tradiciones vinícolas menos destacadas pero igualmente fascinantes. Uno de estos países es Chequia, una nación más famosa por su cerveza que por su vino.
Sin embargo, hay algo único y encantador en las regiones vinícolas de Chequia, que poco a poco están ganando terreno en la escena vinícola internacional.
A continuación, te ofrecemos una visión de algunas de las regiones vinícolas más desconocidas de Chequia, donde la historia y el sabor van de la mano.
1. Moravia – El Corazón del Vino Checo
Moravia, ubicada en el sureste del país, es la principal región vinícola de Chequia y produce aproximadamente el 90% del vino del país. Aunque la región no es completamente desconocida, sigue siendo una joya oculta para muchos amantes del vino fuera del país. Moravia tiene una larga tradición vinícola que se remonta a la época romana, y los vinos de la región se caracterizan por su frescura y pureza.
Una de las áreas más interesantes de Moravia es Mikulov, una pintoresca zona cercana a la frontera austriaca. Mikulov ofrece un clima y un suelo similares a los de las regiones vinícolas de Austria, y aquí se producen algunos de los mejores vinos blancos del país, especialmente de las variedades Grüner Veltliner, Welschriesling y Riesling. Aquí encontrarás pequeños viñedos familiares que todavía utilizan métodos tradicionales, lo que les da a sus vinos un carácter auténtico y artesanal.
2. Znojmo – La Tierra del Riesling y los Vinos Aromáticos
Znojmo es una de las partes menos conocidas de Moravia, pero es una región que los amantes del vino deberían tener en cuenta. La zona se especializa en vinos blancos, con un enfoque particular en Riesling y Sauvignon Blanc. Los vinos aromáticos de Znojmo son conocidos por su frescura y sabor intenso, con notas de cítricos, manzana verde y hierbas. Uno de los aspectos más únicos de Znojmo es su cultura de festivales de vino, cada septiembre se celebra el popular Festival de Vino de Znojmo, donde toda la ciudad se reúne para celebrar la cosecha y degustar vinos locales.
Lo que hace especial a Znojmo no es solo su vino, sino también su historia. Muchos de los viñedos aquí datan de la Edad Media, y la ciudad está llena de bodegas históricas que ofrecen experiencias de cata únicas.
3. Velké Pavlovice – El Tesoro del Vino Tinto de Chequia
Aunque Chequia es más conocida por sus vinos blancos, Velké Pavlovice produce algunos de los mejores vinos tintos del país. Esta región, también ubicada en Moravia, es especialmente famosa por sus vinos de Blauer Portugieser, una uva tinta que produce vinos ligeros, afrutados y con taninos suaves. Velké Pavlovice también está incrementando la producción de Pinot Noir y Merlot, lo que ha llamado la atención de los críticos internacionales de vino.
Velké Pavlovice no es solo una región vinícola, sino también un lugar ideal para los amantes del vino que buscan experiencias escénicas. La región está cubierta de viñedos exuberantes y encantadores pueblos, lo que la convierte en un destino perfecto para el enoturismo. Los viñedos aquí suelen ofrecer visitas guiadas y degustaciones, lo que brinda a los visitantes la oportunidad de descubrir lo mejor del vino tinto checo.
4. Slovácko – Donde la Tradición se Encuentra con la Modernidad
Slovácko es otra región de Moravia que a menudo queda a la sombra de las zonas más grandes, pero que definitivamente vale la pena visitar. Aquí, la tradición y la modernidad se encuentran, ya que los viñedos utilizan tanto antiguos métodos de vinificación como técnicas modernas. Esta región es particularmente conocida por sus vinos de Chardonnay y Pinot Gris, pero también encontrarás una variedad interesante de vinos tintos y naranjas.
Slovácko destaca por su fuerte conexión con la cultura folclórica checa. Cada año se celebran aquí festivales de vino tradicionales con danza, música y trajes típicos, lo que convierte una visita a la región en una experiencia que va más allá del vino. Esta conexión con las tradiciones locales también se refleja en los edificios únicos de los viñedos, donde muchas bodegas están decoradas con coloridas pinturas tradicionales.
5. La Cultura Vinícola Checa – Un Mundo por Descubrir
Las regiones vinícolas de Chequia ofrecen una mezcla única de lo antiguo y lo nuevo, donde las tradiciones históricas se encuentran con los sabores y las técnicas modernas. Aunque el país aún no ha alcanzado la misma fama internacional que sus vecinos productores de vino, es solo cuestión de tiempo antes de que los vinos checos reciban la atención que merecen. Para quienes buscan descubrir algo diferente y auténtico, un viaje a los viñedos checos es imprescindible.
Así que, la próxima vez que planifiques un viaje de vino, ¿por qué no considerar Chequia? Con sus regiones vinícolas ocultas, paisajes impresionantes y viticultores acogedores, tendrás una experiencia inolvidable, y quizás incluso descubras tu nuevo vino favorito.
Consejos para tu Viaje de Vino
Para quienes se sientan inspirados a visitar Chequia y explorar estas regiones vinícolas por sí mismos, recomendamos planificar tu viaje durante la temporada de cosecha, a finales del verano o principios del otoño. Así podrás participar en los festivales locales de vino y experimentar los viñedos en plena actividad.