En el corazón de la soleada región de Murcia, España, se encuentra el pequeño pueblo de Abarán.
Es aquí donde comenzó la historia de Patatas Rubio: una empresa familiar que ha crecido desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un referente en patatas fritas gourmet, celebrada por su calidad, creatividad y auténtico carácter español.
Un viaje que comenzó en los años 60
La historia comienza en 1965, cuando José Rubio, fundador de la empresa, empezó a freír patatas con métodos tradicionales y venderlas en mercados locales. Con la ayuda de su esposa y una cocina modesta, elaboraba chips que rápidamente se hicieron populares por su textura crujiente y su sabor natural. La demanda creció poco a poco, y con ella también el negocio. Lo que empezó como una pequeña operación artesanal, hoy es una planta de producción a gran escala —sin perder su esencia artesanal.
Una empresa que sigue siendo familiar
Hoy en día, Patatas Rubio está dirigida por los hijos de José Rubio, quienes continúan con los mismos valores que dieron forma a la empresa desde sus inicios. La compañía sigue siendo 100 % de propiedad familiar, basada en una visión a largo plazo, control de calidad y una fuerte conexión con sus raíces. Ese espíritu familiar se refleja en cada producto, cada sabor y cada decisión.
¿Qué hace única a Patatas Rubio?
Lo que realmente diferencia a Rubio de otros productores de snacks es su firme compromiso con la calidad y la innovación. Trabajan en estrecha colaboración con agricultores locales —muchas veces bajo contrato— para asegurarse de que solo se utilicen las mejores patatas de la región, cultivadas de forma sostenible.
Pero es su enfoque audaz hacia el sabor lo que realmente los hace destacar. Junto a las variedades clásicas como sal marina o vinagre, Patatas Rubio ofrece una línea gourmet con sabores exquisitos como trufa, jamón ibérico, queso Manchego e incluso sal marina con oro comestible. No son patatas fritas comunes: son bocados que combinan perfectamente con vino y ocasiones elegantes.
Una favorita entre los amantes del buen comer
En los últimos años, Patatas Rubio se ha convertido en una elección popular en vinotecas, restaurantes gourmet y tiendas delicatessen por toda Europa. Sus chips combinan a la perfección con una copa de cava, jerez seco o un tinto español con carácter. Para los lectores de Corkframes —que valoran la artesanía, el diseño y el sabor— Patatas Rubio es un nombre que merece recordarse.
Mirando hacia el futuro
Con una línea de productos en constante expansión, un gran ojo para el diseño de packaging y una presencia internacional en crecimiento, el futuro de este imperio español de los chips se presenta brillante. Y a pesar de su crecimiento, Patatas Rubio se mantiene fiel a sus raíces: a su gente, a su tierra y a su dedicación por ofrecer snacks excepcionales.
Algunas marcas crecen y pierden su alma —Rubio no es una de ellas. Esta es una historia en la que tradición e innovación conviven, demostrando que incluso algo tan cotidiano como una patata frita puede convertirse en un viaje de sabor.
Consejo del editor: La próxima vez que sirvas vino y pongas unas tapas en la mesa, añade una bolsa de Patatas Rubio. Es más que un snack: es el comienzo de una buena conversación.