¿Qué es la kombucha?
La kombucha es una bebida fermentada hecha de té, azúcar y un cultivo vivo de levadura y bacterias, comúnmente conocido como SCOBY. Durante la fermentación, el azúcar se transforma en ácidos orgánicos, dióxido de carbono y compuestos aromáticos. El resultado es una bebida refrescante, ligeramente ácida, con efervescencia natural y sabores en capas.
Antecedentes e historia
Se cree que la kombucha se originó en China hace más de 2.000 años. Desde allí, se extendió por las rutas comerciales a Japón, Rusia y partes de Europa del Este. Hoy en día, la kombucha se ha convertido en parte de la cultura moderna de alimentos y bebidas, estrechamente asociada con la fermentación, la artesanía y los ingredientes naturales.
Cómo se hace la kombucha
El proceso comienza elaborando té, siendo el té negro o verde los más comunes. Se añade azúcar mientras el té está caliente, luego se deja enfriar el líquido. Se añaden un SCOBY y una pequeña cantidad de kombucha terminada como cultivo iniciador. La mezcla fermenta a temperatura ambiente durante aproximadamente 7 a 14 días. Durante este tiempo, el azúcar se descompone y la bebida desarrolla su acidez, aroma y una suave carbonatación. A menudo se utiliza una segunda fermentación en botellas, a veces con frutas o especias para un sabor adicional.
Ingredientes y fermentación
La kombucha contiene ácidos orgánicos como el acético y el glucónico, polifenoles del té y pequeñas cantidades de vitaminas B. La kombucha sin pasteurizar también contiene bacterias y levaduras vivas del proceso de fermentación. El contenido de azúcar es menor que en muchas bebidas gaseosas, ya que gran parte del azúcar se consume durante la fermentación.
Perspectiva de la salud
La kombucha contiene antioxidantes y componentes fermentados que a menudo se asocian con el bienestar. Sin embargo, la evidencia científica con respecto a los beneficios específicos para la salud en humanos aún es limitada. La kombucha se considera mejor como una elección equilibrada de bebida y una alternativa a las bebidas azucaradas, en lugar de un producto funcional para la salud.
Contenido de alcohol y seguridad
Durante la fermentación, se producen naturalmente pequeñas cantidades de alcohol, típicamente por debajo del 0.5% en la kombucha producida comercialmente. Los niveles de alcohol pueden variar según el tiempo y el método de fermentación. La kombucha comercial se produce bajo condiciones controladas y cumple con las regulaciones de seguridad alimentaria.
Kombucha como alternativa sin alcohol
Gracias a su acidez, estructura y complejidad, la kombucha funciona bien como una alternativa sin alcohol al vino o la sidra. Su perfil de sabor le permite equilibrar la riqueza, la salinidad y la acidez en los alimentos de manera similar al vino.
Con qué alimentos marida bien la kombucha
La kombucha se puede maridar con alimentos de manera similar al vino.
Con queso, la kombucha más seca y ácida marida bien con quesos añejos y duros, mientras que los estilos afrutados complementan los quesos frescos y suaves.
Con pescado y marisco, la kombucha natural o cítrica combina bien con salmón, pescado ahumado, gambas y ostras.
Con platos vegetarianos, la kombucha con notas herbales o de jengibre combina bien con setas, verduras de raíz y legumbres.
Con platos de inspiración asiática, la kombucha armoniza con sabores fermentados y ligeramente picantes como fideos, miso y kimchi.
Con postres, la kombucha de bayas o floral puede proporcionar un final ligero y refrescante, especialmente con postres a base de frutas.
Servicio
La kombucha se sirve mejor bien fría. Servirla en una copa de vino o en un vaso de pared delgada ayuda a resaltar sus aromas y le da a la bebida la misma presentación cuidada que el vino, mejorando la experiencia general en la mesa.




























