Spritz de ruibarbo y fresa – Un jardín de verano en una copa

El ruibarbo despierta recuerdos: siropes caseros, las primeras tartas del verano, tardes soleadas en el jardín. Combinado con fresas dulces, vino espumoso y hielo, se convierte en un cóctel elegante y refrescante.

Este Spritz de ruibarbo y fresa es afrutado, ligeramente ácido y de un precioso color rosado. Ideal para brunchs veraniegos, fiestas al aire libre o como aperitivo fresco al atardecer.

Ingredientes (para 1 copa):

• 4 cl de sirope de ruibarbo y fresa (ver receta abajo o usar uno ya preparado)

• 6 cl de vino espumoso (Prosecco, Cava u otro seco)

• 2 cl de agua con gas o tónica

• 1–2 fresas frescas, cortadas en rodajas

• Hielo

• Hojas frescas de menta o melisa para decorar

• (Opcional) una tira fina de ruibarbo o una rodaja de limón

Cómo preparar el sirope de ruibarbo y fresa (casero):

Ingredientes:

• 300 g de ruibarbo en trozos

• 100 g de fresas frescas, partidas por la mitad

• 200 g de azúcar

• 200 ml de agua

• 1 cucharada de zumo de limón

Preparación:

1. Coloca el ruibarbo, las fresas, el azúcar y el agua en una olla. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante 15–20 minutos, hasta que la fruta esté blanda.

2. Cuela el líquido con un colador fino sin presionar la pulpa.

3. Añade el zumo de limón, deja enfriar y guarda el sirope en una botella hermética en la nevera (dura 1–2 semanas).

Cómo preparar el Spritz de ruibarbo y fresa:

1. Llena una copa grande de vino con hielo.

2. Añade el sirope, el vino espumoso y el agua con gas.

3. Remueve con cuidado.

4. Añade las rodajas de fresa y decora con hojas de menta o melisa. Para un toque especial: una tira de ruibarbo o una rodaja de limón.

Consejos:

• ¿Te gusta más ácido? Añade unas gotas de limón o lima.

• ¿Prefieres una versión sin alcohol? Usa vino espumoso sin alcohol o una mezcla de tónica y soda.

• ¿Más dulce? Sustituye el agua con gas por tónica de flor de saúco.

Sírvelo bien frío al atardecer, y si abres una buena botella de vino espumoso, guarda el corcho en tu Corkframe como recuerdo de esa noche en la que el ruibarbo y la fresa acabaron en la copa y no en el postre.