Tras décadas de debates políticos y discusiones públicas, finalmente ha llegado un cambio largamente esperado. Desde el 1 de junio de 2025, la nueva ley de venta directa desde bodegas (gårdsförsäljning) está en vigor en Suecia, permitiendo a pequeños productores de vino, cerveza y licores vender sus productos directamente a los visitantes en el lugar de producción.
Esta ley marca un antes y un después en la política sueca sobre el alcohol, y ya está transformando la forma en que se vive el vino en el país.
Un hito para la industria vinícola sueca
Hasta ahora, toda venta minorista de alcohol en Suecia fuera de restaurantes estaba controlada exclusivamente por el monopolio estatal Systembolaget. Con esta nueva ley, los pequeños productores pueden ahora conectar directamente con los consumidores a través de visitas guiadas, catas y otras experiencias en sus instalaciones, seguidas de la posibilidad de comprar botellas in situ.
Según varios productores con los que hemos hablado, el cambio ha generado un aumento del interés por parte de los visitantes, un contacto más cercano con el cliente y una mayor capacidad para transmitir la historia detrás de cada botella. Muchos han invertido en espacios de degustación, recorridos por los viñedos y experiencias educativas.
“No se trata solo del vino,” comentó un productor. “Se trata de ofrecer una experiencia completa: caminar por los viñedos y llevarte una parte de ese momento a casa.”
¿Qué permite la ley?
La nueva regulación incluye condiciones específicas para mantener el enfoque sueco en la salud pública:
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La venta solo está permitida en conexión con una actividad como visita guiada, cata u otra experiencia educativa.
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Solo pueden participar productores pequeños, con límites de producción establecidos por la ley.
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Los clientes deben tener al menos 20 años.
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Es obligatorio solicitar permisos locales y llevar un registro de las ventas.
El objetivo es apoyar a los pequeños productores sin comprometer la política de control del alcohol en Suecia.
Impulso al turismo rural y la producción artesanal
Regiones como Skåne, Gotland y el centro de Suecia ya están viendo los beneficios. Bodegas, cervecerías artesanales y alojamientos rurales reportan un aumento en las visitas, mientras que los productores invierten en experiencias que combinan sabor, cultura y territorio.
Para los amantes del vino, esta ley ofrece algo mucho más personal que una visita a Systembolaget: la posibilidad de conocer al productor, escuchar la historia detrás del vino y llevarse una botella con significado.
Una nueva forma de conservar recuerdos del vino
En Corkframes, vemos esta ley como el comienzo de una nueva etapa para la cultura del vino en Suecia: más cercana, más personal, más memorable. Ya sea que el próximo corcho especial venga de La Rioja o de una bodega en Trelleborg, ahora tiene un lugar donde quedarse.
Porque guardar el corcho de una botella abierta en una bodega sueca no es solo un recuerdo: es un momento capturado para siempre.
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