El Amaretto es uno de los licores más queridos del mundo. Con su sabor dulce y a nuez y su cálido aroma, se ha convertido en un clásico en cócteles, postres e incluso en el café.
Pero detrás de esta bebida icónica se esconde una historia de amor, arte y tradición italiana.
¿Qué es el Amaretto?
El nombre “Amaretto” significa “un poco amargo” en italiano, en referencia al ligero amargor que proviene de las almendras amargas o de los huesos de albaricoque que suelen usarse en su receta. Su sabor es suave y dulce, con notas de almendra, vainilla y a veces caramelo, lo que lo hace muy versátil.
El Amaretto suele tener una graduación alcohólica de 25–30 %, y se disfruta solo, con hielo o como base de cócteles clásicos como el Amaretto Sour. También es muy popular en el café, la repostería y postres italianos como el Tiramisú.
La leyenda detrás del Amaretto
Una de las historias más románticas sobre el origen del Amaretto nos lleva al siglo XVI en Italia. El pintor Bernardino Luini, discípulo de Leonardo da Vinci, fue encargado de pintar un fresco en Saronno y necesitaba una modelo para la Virgen María. Se inspiró en una bella posadera que se enamoró de él.
Como muestra de su afecto, ella creó una bebida especial a base de huesos de albaricoque, almendras, especias y alcohol. Este regalo de amor se convirtió en lo que hoy conocemos como Amaretto.
Las marcas más famosas
La marca más reconocida es sin duda Disaronno Originale, promocionada como “el licor favorito del mundo” y estrechamente vinculada a la leyenda romántica de Saronno. Pero también existen otras casas italianas que producen Amaretto, cada una con su propio estilo.
Todas comparten la característica dulzura y el aroma a almendra, un sabor que ha hecho que el licor sea popular mucho más allá de las fronteras de Italia.
Cómo beber Amaretto
El Amaretto es tan versátil como elegante. Aquí tienes algunas formas clásicas de disfrutarlo:
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Solo o con hielo – perfecto como digestivo tras una buena comida.
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En el café – unas gotas en el espresso o el cappuccino realzan el sabor.
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En cócteles – especialmente en el Amaretto Sour, donde la dulzura se equilibra con el limón.
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En postres – desde tiramisú hasta pasteles de chocolate, el Amaretto aporta un toque inolvidable.
Un detalle curioso que quizás no sabías
Aunque se asocia fuertemente con la almendra, muchas variedades de Amaretto en realidad no contienen almendras reales. Su sabor característico proviene a menudo de los huesos de albaricoque, que aportan ese inconfundible gusto a almendra amarga. Un detalle sorprendente que hace al licor aún más enigmático.