¿Por qué varía el color del vino tinto?
La variedad de uva determina la intensidad
Las diferentes variedades de uva contienen distintas cantidades de pigmentos, lo que influye en el tono del vino.
- Rojo claro, casi transparente – Pinot Noir, Nebbiolo
- Rojo medio, rubí – Sangiovese, Garnacha, Merlot
- Rojo oscuro, casi tinta – Syrah, Malbec, Cabernet Sauvignon
Vinos para probar:
- Pinot Noir claro: Un Pinot Noir de Borgoña o un elegante Pinot Noir de Oregón.
- Sangiovese de color medio: Un Chianti Classico con buena acidez y notas de cereza.
- Cabernet Sauvignon oscuro: Un potente Cabernet Sauvignon del Valle de Napa con intensos aromas de grosella negra.
La edad del vino afecta su color
A medida que el vino tinto envejece, su color cambia. Un vino joven suele tener un tono rojo brillante y vibrante, a veces con matices azulados o violáceos. Con el tiempo, los pigmentos se oxidan y el color evoluciona hacia tonos teja o marrón.
Cómo observar los cambios de color:
- Compra un Barolo joven (Nebbiolo) y guárdalo durante diez años. Compara su color a lo largo del tiempo, desde rojo hasta teja.
- Sirve un vino joven y uno envejecido en copas separadas y colócalos frente a un fondo blanco para ver la diferencia.
Cómo usar el color para elegir el vino adecuado
- ¿Buscas un vino tinto ligero y fresco? Opta por vinos claros como Pinot Noir o Gamay.
- ¿Quieres un vino equilibrado y versátil para la comida? Sangiovese y Merlot tienen un color rojo medio y combinan bien con muchos platos.
- ¿Te encantan los tintos potentes y con mucho cuerpo? Elige vinos oscuros como Syrah o Malbec.
La próxima vez que sirvas una copa de vino tinto, observa bien su color. Te dará una pista sobre lo que puedes esperar en su sabor.