Cada agosto, la ciudad costera de Málaga se transforma en un espectáculo de color, música, danza, tradición y vino. La Feria de Málaga es una de las fiestas populares más emblemáticas de España: una celebración viva de la historia de la ciudad y del alma andaluza. Desfiles de caballos, flamenco, tapas y vino llenan las calles, atrayendo a locales y visitantes de todo el mundo.
La historia – ¿Por qué se celebra la Feria?
Los orígenes de la Feria se remontan al 19 de agosto de 1487, cuando los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, reconquistaron Málaga de dominio musulmán. Poco después se celebró una procesión religiosa en honor a la victoria y a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Victoria.
Lo que comenzó como una celebración solemne se ha convertido hoy en una fiesta popular de una semana de duración, que se celebra cada año a mediados de agosto, con los eventos principales alrededor del día 19.
Dos Ferias en una – de día y de noche
Lo que hace única a la Feria de Málaga es que está dividida en dos ambientes: una feria de día en el centro histórico y una feria de noche en el recinto ferial fuera de la ciudad.
Feria de día – Fiesta en el centro
Durante el día, el casco antiguo de Málaga cobra vida. Las calles se llenan de personas vestidas con trajes típicos andaluces –mujeres con coloridos vestidos de flamenca, hombres con chaleco y sombrero cordobés–. Carruajes tirados por caballos recorren las calles mientras suenan palmas, guitarras y castañuelas.
Se baila flamenco y sevillanas, muchas veces de forma espontánea en medio de la gente. Los bares y casetas ofrecen tapas, sangría, rebujito (fino con refresco de lima-limón) y vinos frescos. El ambiente es alegre, inclusivo y lleno de vida.
Feria de noche – Fiesta en el recinto ferial
Al caer el sol, la celebración se traslada al Recinto Ferial Cortijo de Torres, a las afueras de la ciudad. Allí se instalan más de 100 casetas, donde se puede disfrutar de música en vivo, DJs, comida tradicional y mucho baile.
Además, hay un gran parque de atracciones con juegos y actividades para todas las edades – perfecto tanto para familias como para los más fiesteros.
Momentos destacados de la Feria
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Noche de inauguración y fuegos artificiales: La Feria comienza con un espectáculo de fuegos artificiales en la playa de La Malagueta y un concierto al aire libre. Una noche mágica para dar inicio a la semana.
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Desfiles de caballos y carruajes: Durante el día, se celebran elegantes procesiones ecuestres por las calles del centro.
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Flamenco y sevillanas: La música y el baile son el alma de la feria. Muchas casetas tienen pistas de baile donde cualquiera puede participar.
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Gastronomía y vino: Saborea la cocina típica andaluza y los famosos vinos dulces de Málaga, especialmente los de uva moscatel, servidos muchas veces directamente desde la barrica.
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Elementos religiosos: A pesar del tono festivo, la Feria conserva su raíz espiritual con una procesión en honor a la Virgen de la Victoria.
Vino y Feria – una combinación natural
El vino es protagonista durante la Feria. Destacan especialmente los vinos dulces moscatel, como Málaga Virgen o cualquier moscatel de la región, ideales para el calor y el ambiente festivo.
Para los amantes del vino, la Feria es la oportunidad perfecta para coleccionar recuerdos con sabor – como un corcho con un mensaje, listo para ser enmarcado en un Corkframe al volver a casa.
Imprescindible para los amantes de la cultura y el vino
La Feria de Málaga es mucho más que una fiesta – es una experiencia que celebra la cultura, hospitalidad y pasión andaluza. Ya seas un amante del vino, un viajero cultural o simplemente alguien que busca buena energía, Málaga en agosto es un destino que no olvidarás.
Y cuando la música se detenga y se apaguen las luces, no hay mejor manera de conservar ese momento que guardar un corcho con historia en un Corkframe – un recuerdo que se convierte en arte.