La sidra de hielo es un tipo único y concentrado de sidra que se originó en Québec, Canadá, pero que ahora también se produce en Suecia y otros países de clima frío. Al congelar las manzanas o el mosto antes de la fermentación, se separa el agua de los azúcares y los compuestos aromáticos, lo que da como resultado una sidra más rica e intensa.
Elaboración y Sabor
Existen dos métodos principales para producir sidra de hielo:
- Crioconcentración – El mosto de manzana prensado se congela de forma natural al aire libre y se descongela lentamente, lo que genera un mosto altamente concentrado y rico en azúcar.
- Crioextracción – Las manzanas permanecen en el árbol hasta que se congelan naturalmente y luego se prensan en estado congelado, lo que da como resultado un mosto naturalmente dulce.
Después de la fermentación, la sidra de hielo suele envejecer durante varios meses, a veces en barricas de roble, para desarrollar una mayor complejidad de sabor. Con un contenido de alcohol entre 7 y 13 %, su equilibrio entre dulzura y acidez la hace comparable a los vinos de postre, pero con un carácter de manzana más pronunciado.
Mejores Maridajes
La sidra de hielo es una excelente opción para acompañar postres y quesos, ya que su dulzura equilibrada y su acidez resaltan muchos sabores. Aquí algunos de los mejores maridajes:
- Quesos azules y quesos curados – El toque salado del queso contrasta maravillosamente con la dulzura de la sidra.
- Crème brûlée y tarta de manzana – Las notas afrutadas de la sidra de hielo realzan los matices caramelizados de estos postres.
- Foie gras o paté – La acidez de la sidra equilibra la textura rica y cremosa.
Sidra de Hielo – Una Tendencia en Crecimiento
La sidra de hielo está ganando popularidad entre los pequeños productores artesanales, especialmente en Suecia, donde las variedades locales de manzanas crean perfiles de sabor únicos. Su creciente presencia en el mercado la convierte en una alternativa emocionante a los vinos de postre tradicionales.
Ya sea disfrutada sola o acompañada de un buen plato, la sidra de hielo ofrece una experiencia sensorial excepcional, combinando una dulzura frutal intensa con una acidez refrescante.